Un recorte de cielo.
Ustedes no me conocen y yo
tampoco los conozco, o tal vez sí, pero a muy pocos, parto de esa premisa para
crear una especie de presentación y decir quién soy, resulta complicado porque
cada día voy descubriendo algo nuevo, apenas hoy me di cuenta de lo mucho que
disfruto del frío y de probar un poco de chocolate amargo antes de la comida.
Desde pequeña me gustó escribir, lo hacía todo
el tiempo, por esa misma razón tenía temas de todo tipo, era una niña curiosa y
eso me llevó a imaginar mundos que a veces, cuando había suerte quedaban entre
las palabras, en algunos cuentos e historias.
Cuando crecí comencé a sentir una
inconformidad, mis historias no eran tan concisas y poderosas como deseaba,
entonces algo cambió y gracias a una extraña preocupación escribí poesía y a
partir de esa vez descubrí que todas esas imágenes que tenía en mi cabeza, iban
mejor y se acomodaban de una manera genial en un par de versos, en libretas de
poemas que con los años se convirtieron en libros. Pasé días y noches con mis
lecturas favoritas, diarios, revistas, álbumes, recortes, enciclopedias y todo
el material escrito que llegaba a mis manos. Formé una pequeña biblioteca
personal que me acompaña hasta el día de hoy.
Pensé en hacer este blog como una
especie de huella de mi escritura, dejando símbolos, signos, rastros de cada
día, de cada vez que decida entrar y ser, porque eso sí, en esencia soy y seré
siempre la misma, pero estaré dando un sitio muy especial a esas innumerables
creaturas que viven en mí en forma de sueño, bruma, letras, señales, ecos, ruido
y luz. Les contaré lo que me sucede en la ciudad que habito, una que es todas las ciudades en todos los tiempos; otras veces no contaré absolutamente nada.
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