Entradas

Mostrando las entradas de 2020

Tríptico

Imagen
 El lugar de la visita, la maravilla con alas. No es un susurro, no es una despedida a destiempo, es la visita, lo que vuelve al origen. Amanece y estoy en otra parte, en algo que ya no es mi cuerpo. Estoy desconcertada y soy feliz. 
Imagen
Vienen a mi memoria los primeros versos de Las elegías de Duino, obra del gran poeta Rainer Maria Rilke cuando dice “¿quién si yo gritara, me escucharía entre las órdenes angélicas? Y aun si de repente algún ángel me apretara contra su corazón, me suprimiría su existencia más fuerte. Pues la belleza no es nada sino el principio de lo terrible, lo que somos apenas capaces de soportar, lo que sólo admiramos porque serenamente desdeña destrozarnos”.* Hoy pienso en el poder de la palabra poética, la facilidad con que domestica toda realidad, la contundencia con la que nos explica la miseria que se yergue ante nuestros ojos, pero como nos quedamos atónitos no podemos describirla tan puramente. Estamos ante lo enorme y ante lo desconocido, elementos que nos atacan por ambos flancos, no sabemos discernir de pronto, ni distinguir qué es exactamente lo que sucede y qué se espera de cada uno de nosotros como habitantes de un mundo donde el poder de la naturaleza decidió cambia
Imagen
Pequeño apunte de un viaje. Emprender un viaje es siempre llevar nuestras ilusiones, sentimientos y pensamientos a otro lado, vamos cargados de todo, un poco de esperanza, de cansancio, de alegría, de incertidumbre. Tomar un buen camino tiene mucho que ver con las personas con las que emprendemos la aventura, ellos también llevan todo lo que son y la relación que guardan entre sí. Dejar la casa y la rutina es partir a lo desconocido, a lo apenas presentido, si hay algo que va a suceder es que no se vuelve a lo que uno fue, con la marcha hay un cambio, a veces son cambios profundos, a veces a penas se perciben. Comer, caminar, mirar calles recónditas, abrir la mirada a cielos poblados con las mismas estrellas pero en posiciones muy diferentes que parece ser otro cielo, disfrutar del sazón de otras manos, del rigor y el ingenio que regalan en cada platillo, amar nuevos sitios, tener en nuestras mentes mil imágenes más para recordar y que nos van a marcar para