Reseña del libro de poesía Quedará el vacío de Nadia Contreras.
Quedará el vacío o la luz
que desdobla todas las sombras.
La
poesía de Nadia es esa materia negra que pesa tanto, que al cambiar de lugar y
forma, deja un vacío, pero no un vacío hueco, más bien uno hermoso que ha
nacido del silencio, después de arrojar la palabra a los ojos y al corazón.
Hay una belleza de todo lo que ha dejado de
ser, una cauda impresa con una fuerza devastadora como gran cometa en el cielo.
“El
poema para sanar y levantarse”, escribe y nos lleva a la alegría de pensar el
lenguaje poético como el alivio a la vida, a la mirada del presente, nos entrega
un futuro lleno de promesas; en los
versos de “Quedará el vacío”, hay un porvenir brillante, cercano al sol y al
corazón del hombre bueno.
Hace
un cálculo entre la interacción de los versos, una matemática del aliento, del
golpe y de la presencia de cada palabra, sabe cuál es el resultado de la suma o
resta en la poesía, es precisa, un láser de signos, un metrónomo la acompaña en
cada poema; la exactitud de la poeta es el salto del clavadista, la pirueta perfecta
de la gimnasta, nos deja temblando después de un verso como “los caminos funden
y los latidos calcinan las alas”
En
el cuerpo de algunos poemas la columna vertebral es el dolor, Nadia nos lleva a
conocer lo que produce guardar las palabras, dejar a la poesía encerrada, “me tapaba la boca tan fuerte como si
tratara de fundir mi mano en ella” y el sentido del poema, su significado
es abrir, dejar escapar un ruido con poesía, un estruendo en medio de la plaza
que es la vida cuando dice “el sol: florece los vocablos”, como si la intención
del astro sea desde siempre la presencia de la luz en el poema, la poeta
ilumina a través de las definiciones, le la da el poder de la radiación al
lenguaje poético, un verso es percibido como un núcleo colmado de fotones.
La
poeta encuentra el nacimiento del poema parecido a un eclipse, una belleza de
construcción extraña, una calma aparente, porque nos deja ver que la poesía
tiene también una temperatura altísima al momento de nacer.
También
es un poemario donde el amor es una presencia suave, un sueño, una tormenta que
acompaña en la habitación.
Es
un libro para mirar la perfección del amor en la figura del padre, del sol, las
olas, ver las formas circulares.
Nadia regala fotografías, postales, luz para
la mirada cansada de su padre, le habla del poderoso corazón del sol, de las
formas de los anhelos como el color y la casa.
Acercarse
a la palabra poética de Nadia es mirar a un punto preciso del paisaje donde el
astro ilumina con más fuerza, la poeta nos deja un vacío de sombras y de
silencios.
Jeanne
Karen
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